¡Alarma! Conflicto Organizacional

Al presentarse una contingencia o al desencadenarse una serie de conflictos en una organización, los especialistas y los representantes de la institución deben detectar las distintas situaciones que se puedan generar, cuáles pueden ser efectos sobre la organización.

Las amenazas, factores de poder y las directrices de la alta gerencia juegan un papel clave en el trato los públicos por parte del mediador.

La gestión de conflictos le permite a la organización ahorrar en costos presupuestarios y disminuye la incertidumbre entre sus audiencias clave.


Cuando se quiere influir de manera satisfactoria en el curso de una contingencia se recomienda aplicar cuatro fases de acción:


1) Fase proactiva: El primer paso es el análisis del entorno, es decir, escuchar, observar y leer los temas de actualidad que  atañen a la organización. Una vez que se ha evaluado el entorno, se procede a realizar un plan de crisis, con la finalidad de prepararse para la mayor parte de las eventualidades.


2) Fase estratégica: Consiste en anticiparse a situaciones adversas como litigios, legislaciones, boicots, entre otras.


3) Fase reactiva: Se pone a prueba la capacidad de negociación de los implicados  para darle una resolución en buenos términos al conflicto.


4) Fase de reputación: Una vez que baja la tensión, es recomendable realizar una investigación para determinar la situación de la organización en cuanto a su reputación y así mejorar su imagen.


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Fuente:
Wilcox, Dennis L y otros (2006). Relaciones Públicas. Estrategias y Tácticas. (8va. ed). Madrid, España: Pearson Educación.

Por Dubraska Ollarves

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